Los sectores tecnológicos, informáticos y de comunicación digital se han convertido en los principales pilares de apoyo para empresas y gobiernos para superar con éxito la crisis social y económica generada por el coronavirus. Pero también se han sido elegidos como vehículos perfectos para atentar contra las libertades y patrimonio de los ciudadanos y empresas por parte de organizaciones criminales y ciberdelincuentes.

Se presenta un gran cambio social y económico motivado por la gran crisis generada por la pandemia global provocada por el COVID2109. No solo nuestra vida social se verá afectada por el imprescindible «distanciamiento social» presente y futuro, si no que también se prevén profundos cambios económicos que afectarán nuestros sistemas productivos. Pero si hay un sector que saldrá reforzado, una vez mas, tras esta crisis será el sector tecnológico.  La industria tecnológica se consolida como la gran aliada de empresas y administraciones para hacer frente a la crisis generada por la expansión de la enfermedad COVID-19. Mientras que el mundo presencial se para, el digital se dinamiza y permite, al menos para una gran parte de ciudadanos y empresas, seguir desempeñando su trabajo con eficacia, comunicarse con otras personas, adquirir bienes y servicios…

Tecnología al servicio de los gobiernos para combatir la pandemia que ha llegado para quedarse. Algunos gobiernos y empresas ya buscan monitorear a los ciudadanos como método efectivo para combatir al COVID2019. Para la gente es muy difícil recordar el derecho a la privacidad cuando tratan de sobrellevar algo como una pandemia. Y una vez que el sistema se impone a gran escala, puede ser muy difícil volverlo atrás. Y entonces, quizá, sirve para otras cosas.

En el vértigo de la crisis, algunos cambios se plantean como transitorios, por la necesidad del momento. Pero se quedan para siempre, sin que en la coyuntura se pueda comprender las implicaciones que podrían tener en otros contextos.  Antes del 11 de septiembre [de 2001] el Gobierno de los Estados Unidos había estado en el proceso de desarrollar regulaciones serias para darle a los usuarios de internet una verdadera elección sobre cómo se usaba y cómo no se usaba su información personal. Pero todo cambió en cuestión de días debido a los atentados, nunca volvió a ser igual.

Para los Gobiernos que buscan monitorear a sus ciudadanos cada vez más y para las empresas que se quieren enriquecer haciendo lo mismo, sería difícil imaginar una crisis más perfecta que una pandemia global. Hoy en China hay drones que buscan personas sin mascarillas; cuando las encuentran, los altavoces de los drones emiten las amonestaciones de la policía”. Alemania, Austria, Italia ,Bélgica y España utilizan datos de las empresas de telecomunicaciones —»anonimizados, por ahora» para rastrear el movimiento de las personas. En Israel, la agencia de seguridad nacional tiene permiso para acceder al registro telefónico de las personas infectadas. Corea del Sur envía mensajes de textos al público para identificar a individuos potencialmente infectados y compartir información sobre dónde han estado.

El rápido avance de la tecnología permite que todos estemos conectados permanentemente a la Red. En la actualidad, todo lo que nos rodea es Internet: nuestras relaciones, nuestras actividades de ocio y de trabajo y, sobre todo, la forma que tenemos de comunicarnos e informarnos. Éste marcado carácter digital nos ha llevado a la necesidad de asumir riegos: lo digital se puede grabar, reproducir, transmitir y, en definitiva, puede fácilmente dejar de pertenecer a nuestra privacidad.  Esto nos facilita la tarea a la hora de buscar información, pero también pone en bandeja nuestros datos personales para que cualquiera lo suficientemente hábil pueda acceder a ellos, ya sean gobiernos o empresas.Por lo que, cuanto más dependemos de Internet, más necesaria se hace la ciberseguridad. La ciberseguridad y el ciberriesgo se encuentran a la vanguardia de las preocupaciones de los operadores económicos y de las autoridades pública. Pero ¿es una preocupación para nuestras Pequeñas y Medianas Empresas? ¿ y para nuestros autónomos? .

El 70% de las empresas afectadas por ciberataques son pymes. Únicamente el 37% cuenta con un plan de respuesta ante incidentes que ponen en riesgo la integridad de sus negocios. ¿Si una pyme o autónomo protege su negocio contra incendio o robo porque no hacerlo contra los ciberataques?

La falta de previsión y de protección facilita a los ciberdelincuentes su «trabajo» que encuentran una fuente de ingresos rápidos y sencillos. El coste medio de un ciberataque para una pyme pude rondar entre 75.000 hasta 311.000 euros. En el caso de una pyme los delincuentes buscan un ataque fácil. Para ellos es preferible atacar muchas pequeñas empresas con seguridad insuficientes que atacar a grandes compañías que cuentan con mayor nivel de seguridad. El impacto económico para las pymes y autónomos puede suponer la quiebra y el cese de negocio. El desconocimiento por parte de las empresas de que estos riesgos son más comunes de lo que parece, es uno de los motivos por lo que hasta ahora hay empresas que se resisten a invertir en ciberseguridad. Pero estamos convencidos que ante el nuevo panorama que se presenta, los empresarios empezaran a pensar que al igual que ponen mediadas de seguridad para proteger sus instalaciones, deben hacer lo mismos con sus activos tecnológicos. El impacto de un incidente de seguridad informática podrá derivar en consecuencias muy graves dado que la información digital es uno de los principales patrimonios de una empresa y negocio actualmente

Cubrir las perdidas de ingresos, recuperar datos perdidos, prevención de ataques,  gastos de defensa, asesoramiento y responsabilidad civil son las principales coberturas con las que cuenta un buen ciberseguro.

En seguridad informática lo más importante es prevenir, por lo tanto los seguros ofrecen Asistencia Informática, instalación de aplicaciones antisecuestro, copias de seguridad y aplicación de normativas de protección de datos. Si a pesar de la prevención los ciberdelincuentes consiguen acceder a la información de tu empresa tu ciberseguro te proporciona asistencia legal e informática. Te facilita peritos informáticos y te proporciona la recuperación de cuentas y datos. Pero en caso de que la seguridad no haya sido suficiente y el delito informático se haya cometido, tendrás la tranquilidad que las posibles perdidas económicas causadas como consecuencia del ataque serán resarcidas.

La importancia de la ciberseguridad para las empresas hoy en día es indiscutible, así como el hecho de que esto representa una oportunidad para el sector asegurador. No obstante, este tipo de delitos relacionados con robo de información sensible no afecta únicamente a las empresas; el robo de identidad va en aumento día a día.